10/20/2013

cristina seguirá siendo garantía de liderazgo

Leemos en La Mañana de Neuquén: 


“Cristina seguirá siendo garantía de liderazgo”

El consultor y sociólogo Artemio López, alineado con el oficialismo, dice que el episodio Cabandié es una construcción mediática y el pedido de disculpas “un mamarracho”.

Por PAULA BISTAGNINO


Sociólogo, director de la consultora Equis, especialista en estudios de mercado de trabajo, distribución del ingreso y pobreza, y consultor en opinión pública. Además de todo esto, Artemio López es bloguero, columnista gráfico y radial, visitante habitual de programas periodísticos en televisión y, sin grises, kirchnerista. “Pueden decir lo que quieran, porque cada uno tiene su opinión y yo la respeto, pero la realidad es esta: el Frente para la Victoria ganará su octava elección en diez años, seis generales y dos PASO”, dice, y se incluye en el triunfo: “Seguimos siendo la primera fuerza política nacional”. Con la misma frontalidad y también sin matizar, habla de las deudas del Gobierno, de las posibilidades de Sergio Massa, critica al gobernador Daniel Scioli y asegura que sólo la ausencia de la Presidenta por el reposo explica el ridículo pedido de disculpas de los candidatos Juan Cabandié y Martín Insaurralde en el medio de la campaña. “Dejar que Clarín te imponga un hecho absolutamente menor como prioridad sobre el final de la campaña es un mamarracho”, dice y se ríe, sentado en un bar del microcentro porteño, mientras analiza las elecciones del próximo domingo.

 
¿Cree que los resultados del 27 repetirán los de las PASO?
Si bien tenemos experiencia de una sola PASO, y era ejecutiva, los antecedentes indican que se replica con alguna exactitud el escenario que a posteriori se consolida en las elecciones generales. Con lo cual, salvo en el margen, no habría que suponer grandes modificaciones en el sistema de preferencia. Sí se van a develar algunas incógnitas, como qué sucede en algunas provincias específicas, Neuquén por ejemplo, y San Juan. También hay que ver si (Daniel) Flimus logra retener la banca, que es algo inestimable, porque va a tener que ver con el corte de boleta respecto a la opción (Pino) Solanas–(Elisa) Carrió. Y luego, finalmente, el nivel de diferencia entre Massa e Insaurralde en provincia de Buenos Aires, que tampoco se puede estimar con precisión; así que no me parece serio hacerlo. Pero, básicamente, hay que pensar en la referencia de las PASO.
 
Es la última elección antes de 2015 ,y se toma como parámetro de la continuidad o el fin del kirchnerismo, ¿cómo cree que quedará posicionado?
Como esta vez no se cuentan ni votos en blanco ni nulos, cuando hagamos la lectura del distrito único, es decir a nivel nacional, probablemente estaremos en el 30% para la primera minoría, que es el FpV; después, el 14%  para el Frente Renovador, por el impacto que tiene Buenos Aires a nivel nacional; la tercera es el Frente Progresista Cívico y Social, que estará en torno al 9% de los votos; la Unión Cívica Radical con el  6%, el Frente de Izquierda en el quinto lugar con el 4,5% y por arriba del PRO, que va a estar en torno al 4%, es decir con menos de 950 mil electores; y luego, por último, Francisco de Narváez. 

Ahí tenés las siete fuerzas nacionales, y el FpV sigue siendo la primera, lejos. Hay que tener en cuenta que esta es la sexta elección que gana en diez años, tres de medio mandato y tres ejecutivas, además de las dos PASO. No hay nadie en toda la historia electoral que haya ganado 8 elecciones en diez años.  Con altibajos, pero esta es la verdad. 

Lo que también es cierto es que la oposición sigue fragmentada y que la segunda fuerza, la de Massa, por ahora es "distrital" y veremos cómo se despliega nacionalmente. Yendo a la pregunta, la verdad es que yo no veo por qué hay un clima tan adverso al resultado electoral para el Gobierno… Probablemente esto tiene un componente de oposición mediática importante, de hacer aparecer al oficialismo como perdedor; y también, seguramente, al mismo tiempo hay una sobreestimación de los resultados electorales por el oficialismo, que creía que era una elección que ya tenía ganada. 

Se construye una derrota electoral para el Gobierno, que no hay: no es mi opinión, lo dicen los números. Ocho elecciones ganadas en diez años es una performance electoral sin antecedentes. Lo mismo que los 14 puntos de diferencia con la segunda fuerza: es la segunda diferencia más importante desde 1983 en elecciones de medio mandato. La primera fue en 2005, que fue de 20 puntos. Si tomamos el mapa de hoy, el panorama es satisfactorio.
 
La mayor derrota del kirchnerismo hoy es en la provincia de Buenos Aires, que en la elección presidencial tuvo 56% y hoy ronda el 28%. ¿Es un mérito de Massa o un problema del kirchnerismo?

Ojo, porque eso es cierto: el FpV en las nacionales tuvo el 56%, es decir, más que el promedio nacional que fue del 54%. Pero en las de medio mandato no. No se puede comparar las legislativas con las presidenciales. Salvo las de 2005, las elecciones de medio mandato en provincia de Buenos Aires fueron traumáticas para el kirchnerismo: recordemos que en 2009 ganó (se ríe) De Narváez. 


La respuesta a nivel ejecutivo es otra. Con lo cual, no hay que suponer que Massa es una sorpresa absoluta. Es un fenómeno claramente vinculado a una insatisfacción con la gestión municipal de una liga de intendentes para con el gobierno provincial. Me parece que es insoslayable la nota del nivel de desacuerdo que existe para con la conducción provincial; sumado a algunos otros problemas como el involucramiento en la campaña de referentes provinciales oficialistas y también problemas de agenda, que todo gobierno tiene.
 
Inseguridad e inflación aparecen como dos de los problemas de agenda más destacados. ¿Está de acuerdo?

No, porque la inseguridad es un tema que surca al país y a la agenda ciudadana desde hace mucho tiempo. Y vemos que no produce efectos electorales contundentes; de hecho, en 2011 había unos niveles de inseguridad similares a los actuales y no produjo cambios. Al  contrario. Creo que sí el precio de alimentos y bebidas en los sectores populares es un componente de agenda que influye. 


La caída muy fuerte del FpV fue en la tercera sección electoral, que son los sectores más pobres del conurbano. Y lo que hay que analizar es sobre todo la insatisfacción de estos sectores, los más vulnerables y socioeconómicamente más débiles de la región metropolitana. Para mí, la lectura que se hizo a posteriori de los resultados de las PASO, relacionada con el impuesto a las ganancias, está errada. Todo eso que se opera a nivel mediático no influye en la provincia de Buenos Aires. Esa medida fue una respuesta a la tapa de los diarios y no al resultado de la elección. Yo creo que son temas a discutir pero no tienen nada que ver, absolutamente nada que ver, con lo que pasó. 

De cara a 2015, es una discusión, pero no es una lectura buena y adecuada a los resultados electorales. Yo creo que mantener una sola actualización anual de la Asignación Universal por Hijo, con un aumento de alimentos y bebidas como el que existe, es mucho más negativo para el voto del FpV que el Impuesto a las Ganancias. Porque eso, como el cepo al dólar, son temas más vinculados a otros sectores, que no son el núcleo de los votantes del oficialismo. Y, creo, en los resultados hay que analizar mejor la influencia de las gestiones municipales en las urnas y, a nivel bonaerense, creo yo que debe discutirse qué pasó con el vínculo político de los municipios con la Provincia.
 
¿Es Scioli el que tiene que explicar la derrota?

Una parte del resultado, seguro, lo tendrá que explicar el gobierno de Scioli. Porque la derrota no sucede en Jujuy ni en Neuquén, sino en el distrito bonaerense. Eso es indiscutible. Hasta la lectura más desprevenida de lo que ha sucedido en la provincia de Buenos Aires pondría el foco en la gestión de la gobernación. Massa aparece y gana en ese distrito, y con un discurso de fuertes críticas a esa gestión, que dosifica y mezcla con otras cuestiones, pero está ahí el tema. Y son los propios intendentes los que van planteando un escenario de alternativa electoral, a nivel nacional pero también provincial.
 
¿Qué análisis hace de esta semana sin la Presidenta en el ejercicio de la gestión? 

La ausencia de Cristina efectivamente se vive como una ausencia insoslayable. Pero me parece que están dados todos los mecanismos como para que pueda transitar este reposo sin ningún sobresalto, porque las grandes líneas estaban trazadas… Sí, se nota mucho, y lo lamento, su falta en la campaña electoral.
 
¿Habla de lo ocurrido con el episodio de Juan Cabandié?

(Se ríe) Pero claro, esto de ir pidiendo disculpas permanentemente en función de las tapas de los diarios… Pero esas son circunstancias que nadie puede prever. La verdad es que yo nunca vi a Néstor ni a Cristina ir a pedir disculpas por no satisfacer lo que demandan los diarios. Es una mala estrategia de campaña. Un mamarracho que Cristina no habría permitido.
 
¿Le parece que influirá en el resultado electoral?

Son muy influyentes en cuanto al clima de opinión pública y su impacto en la cabeza de los dirigentes. Pero no en la perspectiva electoral. El episodio de Cabandié es una construcción de los medios sin ninguna duda.
 
¿No cree que Cabandié actuó mal?
Depende. Yo no conozco la circunstancia completa. Pero me parece que lo importante no es la reacción de Cabandié, sino que te filme un gendarme. Eso, que está totalmente fuera de la ley y es lo grave, ha quedado totalmente soslayado. Eso y que después el video aparezca en los medios. La actitud de Cabandié es una actitud privada y aislada, que podría ser corregida o no, pero no es sustancial. Todo el episodio me parece menor, y por eso es grave darle la entidad que le dieron pidiendo disculpas.

 
El reposo forzado de Cristina también tuvo como consecuencia la reaparición del vicepresidente Amado Boudou en el centro de la escena.
 
¿Boudou perjudica hoy al Gobierno?Primero, esto es lo constitucional, porque es el vicepresidente. Y, desde el punto de vista de la gestión, me parece que es un referente sólido para sostener las grandes decisiones, sobre todo en materia económica. Y además, no jodan, ¡porque nosotros tenemos un jefe de Gobierno procesado que recibe homenajes en la televisión opositora! La estigmatización es responsabilidad de los medios. Más allá de que existan problemas o no, Boudou fue estigmatizado por los medios. Porque la realidad es que su capacidad de gestión y su capacidad en materia socioeconómica lo coloca como un referente adecuado. ¿O también hay que salir a pedir perdón por haber elegido a Boudou?
 
¿Qué se puede aprender de la ausencia de Cristina para pensar en cómo podría continuar el kirchnerismo en 2015 sin ella?

Hay que pensar en una transición donde eventualmente el oficialismo determine sus candidatos a través de las Primarias. Pero todavía está por verse cómo se despliega la oposición, porque los niveles de fragmentación actual que tiene son los más altos de la historia. No hubo otro momento en el que la principal fuerza de oposición mida 13 puntos. Ni en octubre fue así, porque habían llegado al 17. Creo que la esencia del kirchnerismo va a seguir en manos de Cristina Kirchner. Aunque no sea presidenta, va a seguir siendo un actor principal de la política argentina. Habrá que encontrarle un lugar institucional, porque ella es su principal referencia y líder.
 
¿Lo ve a Scioli como candidato?

Scioli seguro va a ser un candidato dentro del FpV, pero ha perdido su condición de candidato natural. Es uno entre otros. Y, para adelante, ahí hay una instancia abierta. No puedo decir si será, pero sí puedo decir que Scioli acompañó este proyecto desde 2003 y aun en las circunstancias difíciles estuvo donde tenía que estar, así que la legitimidad de ser uno de los candidatos dentro del oficialismo es indiscutible. Pero no creo que sea el único.
 
¿Qué proyección le ve a Massa para 2015?

El Frente Renovador hoy es una fuerza provincial y está por verse su capacidad de ser nacional. Podría desplegarse, seguro, pero hay que ver si lo logra, porque no hay nada plasmado en la realidad como para que diga que Massa tiene chances de resolver la fragmentación opositora. Quizá a partir de un gran triunfo en Buenos Aires pueda empezar. Veremos, pero no se puede saber con dos años de anticipación.

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